Jaume Pou: "“Un caballo de 3.000 euros puede ser tan bueno como cualquier otro”
Entró en el turf de la mano de Ovidio Rodríguez en la década de los noventa con su cuadra Dos Jotas y el caballo Gran Capitán. Después corrió bajo el nombre de Gru-Man y ahora ha pasado a llamarse Yeguada González Caro. El propietario catalán Jaume Pou es un trotamundos hípico, un hombre muy corriente y sincero, que disfruta con su fórmula de negocio en el mundo de las carreras.
¿Su vida hípica parece tener un antes y un después desde que disolvió hace unos años la cuadra Gru-Man?
No me gusta remover el pasado. Prefiero pasar página de aquella experiencia. Acabó mal mi relación con el preparador Jorge Rodríguez por razones que prefiero no recordar y ahora estoy disfrutando con una nueva etapa de la mano de Roberto López.
¿Una etapa bien diferente, pues cuenta con muchos menos caballos que en años anteriores?
Me pasé un año sabático y decidí reemprender la afición con un planteamiento bien diferente. Ahora tengo claro que una cuadra no debe tener más de dos o tres caballos. Acabo de adquirir a Yira, que se suman a Helfa de Rous y Galego, por lo que ya estoy satisfecho.
Pocos caballos, modestos y que son rentables.
Un caballo de 3.000 euros puede ser tan bueno como cualquier otro. Además, las cuadras numerosas son una ruina. No hay que hacerse millonario, sino divertirse y rentabilizar la inversión, como yo ya he hecho con Helfa de Rous, con la que ya he pagado con una sola actuación los 2.000 euros que me costó.
¿Para eso hay que tener un buen ojo?
Ahora mis ojos son los del preparador Roberto López. Él es quien me aconseja en las compras y en quien he puesto toda mi confianza.
Una buena relación que se inició cuando le puso al cuidado de Cadeaux Real.
La historia de este caballo es la mayor decepción que he tenido en los hipódromos. Pagué por él 20.000 euros en Deauville y estoy seguro que en otras manos hubiese tenido otro rendimiento. Cuando lo cogió Roberto López aún pudo sacarle dos victorias. Pero a "toro pasado" todos podemos parecer muy listos, por lo que prefiero olvidarme de este asunto.
Seguro que hay algún ejemplar suyo que no puede olvidar.
Madrugar. Es el purasangre que guardo mejor recuerdo. Por mi cuadra pasaron Top West, Lagarelle, River Tercah, Sir Valenia, Sikorsky, que lo compré para la Mijas Cup, y otros más, pero ninguno como Madrugar. Todavía recuerdo cuando nos trasladamos en septiembre de 2006 a Beaumont-de-Lomagne, en un viaje rocambolesco, para comprarlo en un reclamar por 10.100 euros a la cuadra Montsià.
Recuerdos, decepciones, inversiones, fracasos. ¿Tan complicado es este sector?
Sí. Por eso hay que tener mucha paciencia. Y más ahora, que con la crisis ni los reclamares franceses son esas gangas de antes. Yo, al menos, he encontrado en la cría de la Diputación de Ourense una buena inversión.
Paciencia es lo que les sobra a los aficionados catalanes esperando tener algún día un hipódromo en Cataluña.
Estoy convencido que cuando se inaugure un hipódromo en nuestra comunidad no faltarán ni profesionales ni aficionados. Habrá que hacerlo todo con seriedad y no decir las cosas con la boca pequeña.
¿Explíquese?
Debemos saber cuándo se corre y reconocer cuál es nuestro nivel. Mis rivales aquí son los ejemplares de Enrique Puente, Miguel Alonso, Josep Fusté…, pero si viene el Duque de Alburquerque con Carmanor nos hemos de enfadar por no tener un caballo que pueda luchar contra él, y no lamentarnos de su superioridad. Siempre es de agradecer su presencia.
(Publicado 8/6/2012)