Marc Comas: “Quiero dedicarme profesionalmente a las carreras"

Marc Comas, propietario de la cuadra Ombra, junto a Virly.

La vida de Marc Comas está entregada al caballo. De año en año, de país en país, de raza en raza y de carrera en carrera, ha ido aprendiendo y dejándose aconsejar para poder alcanzar su meta: dedicarse plenamente al mundo de los caballos, con su cuadra de carreras Ombra como estandarte.

 

Con 32 años, se maneja con una destreza con los caballos que parece que lleve toda una vida junto a ellos.

Desde bien pequeño que montaba en una pista de carreras en Manlleu (Barcelona) no he podido separame del mundo ecuestre. He competido también en raid y he trabajado en Abu Dhabi, donde me pasaba medio año allá y otro medio año aquí cuidando caballos árabes. Así, que imagínese.

 

Hasta el punto que un día pensó que había llegado el momento de crear su propia cuadra.

Hace unos seis años empecé a ilusionarme con la idea de tener un caballo árabe de carreras. Me habían hablado de Ana Imaz como una de las mejores entrenadoras en esta especialidad. Así, que un día me fui a Toulouse para conocerla. Me aconsejó y acabé comprando a Benjy de Palmas.

 

¿Cuándo decidió entrar en la competición del pura sangre inglés?

Las carreras de Bàscara y la propia Ana Imaz, que llevaba tiempo animándome, acabaron por decidirme. Fundé la cuadra Ombra [nombre en homenaje a una yegua árabe de raid], comprando en el año 2008 a On The Dot, después a Dusk and Dawn y luego a Virly. También tuve un potro, adquirido en Deauville, pero que murió antes de debutar.

 

¿Siempre ha tenido sus caballos en la preparación de Ana Imaz?

Yo tengo el título de preparador, pero mi trabajo no me permitía dedicarme plenamente. Ahora, que he asentado mi residencia en Cataluña y estoy habilitando un terreno que tengo junto a mi casa para convertirlo en una pista de entreno, con una cuerda de unos 700 metros, espero ser yo quien entrene los caballos.

 

¿Virly es el único ejemplar que tiene en este momento en competición?

Sí. Ahora le estamos dando un descanso y espero ponerlo a punto cuando tenga la pista en condiciones. Está sano y con ganas de correr. Por su parte, On The Dot está retirada y Dusk And Dawn está llena del campeón Bannaby, algo que me tiene muy ilusionado de cara al futuro.

 

¿Está convencido que su carrera en el mundo del turf tiene mucho recorrido?

Yo quiero dedicarme profesionalmente a las carreras de caballos. Estoy instalado de nuevo en Cataluña con esta idea y espero entre unas cosas y otras poderlo conseguir.

 

¿Conoce bien la situación actual del turf nacional?

Sé que estamos pasando unos momentos muy delicados. Pero tampoco puedo hablar con mucho conocimiento porque, como he dicho, siempre por razones de trabajo he estado alejado de la actualidad. Además, con el añadido de que he competido más en Francia que en España.

 

¿Todo sería mucho más fácil para usted con un hipódromo en Cataluña?

Para mi, y para todos los propietarios catalanes. Es muy duro tener un caballo a 500
kilómetros y no poder ver cómo entrena, cómo está o, incluso, pasarlo a ver cada día por su box para acariciarlo.

 

¿Reserva sus mejores recuerdos para cuando haya un hipódromo en suelo catalán?

Ojalá. Aún así, ya voy coleccionando buenos momentos. Hace tres años, en su presentación en Lasarte, Dusk And Dawn ganó la preparatoria del Kutxa y participó, luego, en esa carrera, ganada por la yegua You or no One. Sin duda, es uno de mis mejores recuerdos.

 

¿También debe tener alguna que otra decepción?

Sí. Teníamos muchas esperanzas con Virly en el Gran Premio de San Sebastián del pasado año que ganó Entre Copas. Todo iba bien hasta que en la segunda curva el caballo hizo una recta y perdió sus posibilidades. No quiero ni contarle la cara que se nos quedó a todos cuando trazó la curva.